Imaginar Tuxtla Gutiérrez es sentir la calidez de su clima. Es reconocer la cercanía del Río Grijalva y el grito de pequeñas cotorras que al atardecer se entremezclan con el arrebol. Sus calles amplias buscan la sombra de alguna ceiba que refresque la solidez urbana. Los habitantes —antes conejos— ahora saben que el Cañón del Sumidero engrandece su pasado. Aquí, el retrato de esta Ciudad Imaginada hecho por algunos de sus jóvenes pobladores.
Adelaida Gil Corredor
Las historias visuales de Tuxtla Gutiérrez contadas por sus habitantes son parte de la ciudad que cada uno/a imagina, vive, comparte y sueña. En este flipbook aparecen relatos de la ciudad pensada, sentida y representada. Son narrativas visuales que describen las experiencias cotidianas personales, colectivas, intimas y subjetivas de quienes la viven, la construyen y la imaginan en el día a día.