Uno de los artes más tradicionales de la ciudad es la talabartería. Con una calle que incluso lleva el nombre esta actividad, la talabartería consiste en el arte de manejar y transformar el cuero en distintos productos como billeteras, bolsos, e incluso sillas de montar. Este arte era muy solicitado en el pasado, cuando la ciudad era un cruce de caminos y los llaneros venían a cambiar sus sillas de montar. Actualmente, se trata de una actividad que ha ido desapareciendo poco a poco.