Sábado por la semi-peatonal, a la altura de calle Moreno y San Martín.
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Son casi la una del mediodía. La gran mayoría de los comercios se están preparando para cerrar sus puertas durante el horario de la siesta. El rugir de los motores y las bocinas se mezclan con las conversaciones callejeras. El parlante de un kiosco reproduce un clásico de la cumbia santafesina. Dentro de esta trama de sonidos se cuela el inconfundible canto de las aves que descansan en la copa de los árboles de la plaza.