Un grupo de ciclistas locales atraviesa la estructura ubicada al ingreso de la ciudad, cerca del cruce entre la Ruta Nacional 12 y Ruta Provincial 1.
El arco es para muchos un punto de referencia a partir del cual comunicar la propia llegada. Cuando se viaja en colectivo, por ejemplo, en el horario de la madrugada, mandar un aviso desde este punto da tiempo a las personas que lo esperan a movilizarse hacia la terminal para buscarlos. A la inversa, cuando las personas se van, muchas veces, el hecho de visualizarlo es una forma silenciosa de despedirse de lo vivido durante esos días.