Para los habitantes de Tunja la ciudad es en su mayoría de colores gris y verde, que se manifiestan en el clima frío y las montañas que bordean la ciudad, pero también es amarilla cuando hay festival, violeta en la Semana Mayor, roja en los momentos de caos, azul en los días despejados y naranja cuando atardece; si bien es posible definir a Tunja a partir de una escala cromática, los colores imaginados son una metáfora de la multiplicidad de perspectivas y pensamientos; en la ciudad hay tantos colores como habitantes, estos son el reflejo de la idiosincrasia, del modo de ser, hacen parte de la identidad cultural de una urbe y de su gente.