Imaginar Tuxtla Gutiérrez es sentir la calidez de su clima. Es reconocer la cercanía del Río Grijalva y el grito de pequeñas cotorras que al atardecer se entremezclan con el arrebol. Sus calles amplias buscan la sombra de alguna ceiba que refresque la solidez urbana. Los habitantes —antes conejos— ahora saben que el Cañón del Sumidero engrandece su pasado. Aquí, el retrato de esta Ciudad Imaginada hecho por algunos de sus jóvenes pobladores.
Adelaida Gil Corredor
Los tuxtlecos reconocemos nuestro origen zoque, además nos identificamos con los conejos .
Asi soy yo
Recuerdos del pasado de mi ciudad
Dibujo de Jordy Denilson Vazquez Castellanos
La flor de mayo en mi ciudad
Esta es una flor con exiquito aroma originaria de México. Crece en los meses de marzo a septiembre, es blanca cuando nace de manera silvestre y cuando se cultiva su color es purpura. Durante mayo se pueden comprar en el mercado de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Es la misma flor con la que coronan a San Marcos, el santo patrono de Tuxtla..
Dibujo de Jonathan Samuel García Juárez
Mi ciudad es como el pozol
¡Lo mejor de esta ciudad es detenerse a tomar un pozol con mucho hielo y un poco de cacahuate enchilado!
Dibujo de Mónica Del Carmen Betanzos Torres
Ser conejo, vivir en Tuxtla
Así es como se siente vivir aquí
Dibujo de Danha Belén Santiago Linares
Camino por Tuxtla
Autorretrato de mi caminar.
Dibujo de Edwin Gamaliel Velázquez López
Mi ciudad y yo
Dibujo de Joeven Estudiante de Tuxtla